Control de gestión, ¿en qué consiste?

Gestión empresarial

El control gestión es un proceso que permite responder a preguntas del tipo: ¿cómo va la empresa?, ¿hacia dónde se dirige? o si estamos o no en el camino adecuado para conseguir los objetivos previstos.

 

¿Quién realiza el control de gestión?

Hasta hace muy poco, el control de gestión era algo propio y exclusivo de las grandes multinacionales. Pero ahora el panorama ha cambiado, y empresas de todos los tamaños son conscientes de la importancia de realizar un control sistemático de su negocio, utilizando para ello profesionales especializados (a veces recurriendo a asesorías externas) y también las aplicaciones informáticas adecuadas.  

 

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En este contexto, cada vez tiene más importancia la figura del controlador o controller, el cual se encarga de funciones y tareas como las siguientes:

  • Intentar que los objetivos marcados por la empresa y los resultados efectivamente obtenidos se encuentren lo más alineados posible.
  • En el caso de que se produzcan desviaciones en relación a las metas propuestas, analizar los motivos y proponer medidas para su corrección.
  • Diseñar sistemas de análisis con el fin de suministrar información objetiva, fiable y relevante, en especial del ámbito contable de la empresa.
  • Diseñar estrategias de planificación y control.
  • Colaborar con la dirección o el responsable o responsables de la empresa en la toma de las decisiones más adecuadas, sobre todo en temas económicos, contable y financieros, aunque también de carácter operacional o logístico.
  • Realizar actividades de coordinación y control presupuestario.
  • Seleccionar y utilizar indicadores que te permitan anticiparte a los problemas de la empresa.
  • Optimizar los recursos humanos.

control de gestión

¿Qué puede aportar el control de gestión a una pyme?

Como  hemos dicho, el control de gestión no es una cuestión que afecta únicamente a las grandes empresas. Las pymes y hasta los pequeños negocios también pueden beneficiarse del control de gestión, para de esta forma focalizar los esfuerzos de todo tipo (inversiones, de personal, de horas adicionales de trabajo, etc.) en lo verdaderamente importante. Dicho de otro modo, el control de gestión libera recursos empleados en tareas con menos valor añadido, ganándose en eficiencia, eficacia y rentabilidad. Un mejor control de la gestión podría evitar que ese 70% de pymes y negocios que quiebran durante los primeros 4 años de vida tuvieran un recorrido mucho mayor y más próspero. El diseño e implementación de un buen control de gestión permite saber exactamente cuál es el problema de la falta de rentabilidad de tu negocio. Puede pasar simplemente que varios de tus productos no estén consiguiendo las suficientes ventas, lo que supone un lastre para los resultados globales. En este caso, la solución puede ser sencilla: hacer cambios en la fabricación, promoción o distribución de ese artículo, cambiar la política de precios o, llegado el caso, dejarlo de comercializar porque no sale rentable. El control de gestión te permite saber qué miembro de la plantilla está, por ejemplo, realizando más ventas en tu tienda y, por lo tanto, es más productivo. Por lo tanto se le puede incentivar o, llegado el caso, procurar que los demás empleados imiten sus sistemas de trabajo.