Agua en la oficina para curarse en salud


A menudo, los trabajadores que disponen de fuentes de agua en la oficina no son del todo conscientes de el apreciado bien que tienen siempre a mano, y han olvidado cómo sería no tener esta agua siempre a disponibilidad.

Cualquier tarea física o intelectual, como las que se desarrollan una oficina o en un taller, conllevan un consumo más o menos importante de agua, según el caso, de forma que se requiere una hidratación regular con el fin de no perder agua en exceso, que podría llegar a tener consecuencias fisiológicas importantes.

La ausencia de sudor no significa que el cuerpo no pierda agua a través de la respiración, por ejemplo, dado que mantener en funcionamiento el cuerpo ya supone por sí solo un consumo de agua constante.

Cualquier actividad fisiológica, como pensar, moverse al escritorio más cercano, hacer la digestiòn, mirar la pantalla del ordenador o hablar, en definitiva, cualquier actividad vital cotidiana tiene un gasto de agua que debe reponerse de manera regular.

Un principio de deshidratación en el trabajo hace que la capacidad de razonamiento cada vez es menor, a la vez que el cansancio aumenta y, en consecuencia el rendimiento laboral disminuye de forma paulatina. Por lo tanto, para conseguir la máxima eficiencia en el trabajo también hay que tener en consideración algo tan básico como la hidratación de los trabajadores, una tarea de la que deben preocuparse y ocuparse tanto ellos como sus empresarios, por lo que no hay nada mejor para curarse en salud, que instalar una fuente de agua en la oficina.