Agua para fabricar la buena salud


El agua es un elemento esencial en el proceso de la digestión de los alimentos y de su posterior asimilación por el organismo. Basta con estudiar un poco de cerca estas funciones básicas del cuerpo para comprobar el valor del agua como agente facilitador o motor de cada una de las fases de dichos procesos.

A continuación se describen la sucesión de acontecimientos que tienen lugar durante la digestión, con el fin de comprender con detalle esta función vital del agua.

  • La digestión se inicia en la boca, donde los alimentos se mastican hasta formar una pasta homogénea denominada bolo alimenticio. El bolo se compacta gracias a la saliva segregada en la boca, que está formada en su mayor parte por agua, además de contener las enzimas que permiten el inicio del proceso químico de la digestión ya en la cavidad bucal.
  • A continuación, el bolo alimenticio descienden por el esófago hasta llegar al estómago. La flexibilidad del esófago y de los músculos que participan en el proceso de transporte es muy importante, y solo es posible con la presencia del agua, que se encarga de que el esófago tenga la lubricación necesaria para que el bolo se deslice por este.
  • Los diferenciales de pH en el esófago y en el estómago activan y desactivan algunas enzimas que también son responsables de la descomposición de los alimentos. El pH del agua también participa de forma activa en este proceso.
  • En el estómago, los alimentos se mezclan con ácido clorhídrico, que ejerce una acción descomponedora. El ácido clorhídrico no existiría sin el agua disponible en el organismo para segregarlo de forma regular a través de las paredes del estómago.
  • Después del procesamiento anterior, el bolo alimenticio queda convertido en otra masa más fina denominada quimo, que sale por orificio inferior del estómago. Después, la bilis y el jugo pancreático, ambos formados también por una parte importante de agua, se encargan de extraer las grasas del quimo.
  • Por último, el intestino delgado absorbe los nutrientes y el intestino grueso retira el agua de los desechos que finalmente saldrán del cuerpo en forma de heces.

Después de este recorrido por el sistema digestivo, es evidente que ninguno de estos procesos sería posible sin el agua. Por esta razón, beber agua es una forma fácil y rápida de proporcionar los medios naturales y necesarios para poder aprovechar los nutrientes de los alimentos y mantener la salud y el bienestar del organismo en el mejor estado posible.

Por lo tanto, cada vez que se bebe agua de una fuente de agua, tanto en la oficina como en casa, se establecen las bases para una buena digestión y una correcta asimilación de los alimentos.

 

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