Aprende las claves de una alimentación equilibrada


 

Alimentarse correctamente es totalmente imprescindible para gozar de buena salud, alcanzar el bienestar personal y rendir en el trabajo, los estudios o cualquier otra actividad. Por este motivo es una preocupación cada vez más extendida y un tema recurrente en los medios de comunicación y entre los profesionales de la salud, expertos en el tema y la sociedad en general.

¿En qué consiste la dieta o alimentación equilibrada?

Se trata de una forma de alimentarse que aporta alimentos variados en cantidades adaptadas a nuestros requerimientos y condiciones personales, en la cantidad idónea y con la calidad suficiente. una alimentación equilibradaTodos debemos tener muy claro que no es posible disfrutar de una vida saludable comiendo solamente unos pocos alimentos, aunque sean sanos. La variación es lo idóneo desde el punto de vista del bienestar, permitiéndonos, además, disfrutar de la riqueza de los distintos sabores, olores y aromas. De hecho, comer y beber constituyen dos de los grandes placeres de la vida.

Consumo recomendado de alimentos

Salvo que se suframos de alguna intolerancia alimentaria o un problema de salud, en ese caso la dieta deberá realizarla un médico o profesional de la salud, las siguientes indicaciones constituyen una buena pauta de la frecuencia y cantidades en el consumo de alimentos: Leches y lácteos, cada día. Carnes y derivados: menos de 6 veces por semana. Pescado: 4 veces por semana. Cereales: pan a diario y el resto de 2 a 4 veces por semana. Verduras y hortalizas: cada día. Frutas: al menos 1 pieza al día. Aceite de oliva: al menos una cucharada sopera al día. En cuanto a las raciones o cantidades no hay una norma fija, puesto que depende de factores como la complexión, la edad, la estatura el peso y el nivel de actividad. Obviamente, se debe utilizar el sentido común y no comer en exceso, sobre todo por la noche, alimentos que nos pueden resultar  pesados o difíciles de digerir.

Pequeños consejos para una alimentación sana

  • Si se come habitualmente fuera de casa, elige un menú variado que incluya alimentos de todos los grupos básicos.
  • Acostúmbrate a comer fruta fresca de postre o algún lácteo.
  • Evita raciones excesivamente grandes. Siempre es preferible dejar algo en el plato.
  • No abusar de fritos, rebozados, empanados y guisos con grasas.
  • Como preparación culinaria, elige los alimentos asados, a la plancha o al vapor.
  • Come despacio y pausadamente, masticando bien los alimentos. Ninguna comida debería realizarse en menos de 40 o 50 minutos.
  • Planifica bien la compra en el mercado, sin olvidar incluir alimentos básicos de todos los grupos en la lista.
  • Al pensar los menús, elige alimentos variados de forma que semanalmente incluyas productos de todos los grupos.
  • No abuses de alimentos ricos en grasas de origen animal.
  • Es muy importante no olvidarse de consumir diariamente hortalizas, frutas y lácteos.
  • Utilizar preferentemente el aceite de oliva para preparar los guisos o ensaladas.
  • Es preferible comer habitualmente con agua, aunque un adulto sano puede tomar, adicionalmente, una copa de vino o cerveza con moderación.
  • Lo mejora es quedarse con un poco de hambre o, dicho de otro modo, evitar levantarse de la mesa estando totalmente saciado.

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