Depuradora de agua doméstica, un médico de familia bajo el fregadero


Una depuradora de agua doméstica puede considerarse como una auténtica inversión para la salud de toda la familia.

Se trata de un equipo que utiliza un dispositivo de filtracion aplicando la tecnología de la ósmosis inversa. El filtro impide el paso de las partículas que pueden alterar la calidad del agua, tanto en cuanto a su composición química, como en sus características organolépticas, es decir, su sabor y en su olor.

Estas domésticas representan así una inversión en salud, dado que estas partículas contenidas en el agua que el sistema de filtración detiene en su interior pueden constituir un problema a
medio y a largo plazo para el bienestar de las personas sobre todo en zonas donde el agua está fuertemente mineralizadas.

Le elevada mineralización y, por consiguiente, un elevado contenido en carbonatos hace que el cuerpo no pueda asimilarlos, ya que los riñones no tiene suficiente capacidad como para filtrar cantidades tan elevadas, de forma que dichos carbonatos pueden formar depósitos en ese órgano, y crear lo que se conoce como una piedra en el riñón, que a menudo puede suponer un grave riesgo para la salud.

Una depuradora de agua doméstica trabaja de forma preventiva, adelantándose a estos problemas de salud, al aportar un agua sin riesgos potenciales, especialmente para las familias y las poblaciones que viven en zonas de la geografía española con aguas duras de este tipo, como ocurre en la región levantina o en las Canarias.

La población de riesgo en este sentido, es decir, las personas más sensibles de las aguas carbonatadas, como los enfermos, los niños y los ancianos son quienes pueden verse más beneficiadas por la instalación de una depuradora de este tipo en su hogar.