La hidratación y los niños

Bienestar en el hogar

 

El agua es el componente más importante en el cuerpo humano, su presencia es imprescindible para el funcionamiento de determinados órganos. Los niños son los más vulnerables de sufrir deshidratación debido a que hacen continuo ejercicio y actividad física, por lo que en su organismo aumenta la pérdida de agua.

 

Los padres deben estar atentos a suministrar líquidos con asiduidad a los más pequeños ya que en ellos la sed es un indicador fidedigno de la falta de líquidos, ya que actúa como señal de alarma cuando ya se han producido pérdidas hídricas.

Síntomas de la deshidratación en los niños

  • Llanto sin lágrimas
  • Piel, boca y lengua secas y agrietadas
  • Ojos hundidos
  • Disminución de la cantidad de orina
  • Piel grisácea
  • Fontanelas hundidas en el bebé

Cómo evitar la deshidratación de los niños Un niño de dos años debe tomar al menos 1,2 litros de agua al día y esta medida aumenta a medida que aumenta su edad: 1,5 litros a partir de los 4 años y 2 litros a partir de los 8 años. Además esta ingesta debe de aumentar en época de calor y antes o después de practicar ejercicio físico. Por ello se recomienda poner siempre agua al alcance de los pequeños. Una solución muy cómoda y eficaz es instalar en casa una fuente de agua, pues son limpias y económicas y gracias a su suministro directo a domicilio siempre se tiene agua a disposición en el hogar. Además su óptima forma de enfriamiento permite tener siempre agua fresca, ni muy fría ni muy caliente, problemas por los cuales se tiende a beber menos. En casa son parte de la decoración y para los niños es como un juego ir a la fuente de agua y llenar su vaso para beber.