Los programas de incentivos laborales: ¿cómo elegir el más adecuado?

Talento


Los incentivos son totalmente imprescindibles para mantener la motivación de los trabajadores y retener a los profesionales con más talento. Una política equivocada en este sentido es muy posible que acabe provocando la pérdida de ventaja frente a la competencia, lo que en el contexto actual (muy globalizado y complicado) puede suponer incluso la desaparición de una organización.

Las distintas políticas de incentivos

Incentivos monetarios

Muchas empresas basan su política en los incentivos monetarios, utilizando los bonos y los premios en metálico como el principal, e incluso único, sistema de reconocimiento de los logros de sus trabajadores.

Este tipo de sistemas pueden llegar a ser muy efectivos, sobre todo para premiar los logros de carácter tangible y objetivo, como las ventas de productos o servicios. Sin embargo, tienen la desventaja de que son complicados de aplicar en cuestiones de carácter más intangible, como puede ser la mejora del ambiente laboral o la atención al cliente. Otra insuficiencia de este tipo de políticas es que descuidan la motivación más importante y perdurable en el tiempo: la intrínseca, es decir, aquella que nace del interior de la propia persona.

Promoción laboral

Es muy importante facilitar la promoción laboral a aquellos empleados que sienten una especial motivación por tener más responsabilidad dentro de la empresa, no sólo para ganar más, sino para mejorar su autoestima y colmar sus aspiraciones de realización profesional y personal.

Condiciones y clima laboral

Otra alternativa para incentivar a los empleados consiste en centrarse en mejorar las condiciones de trabajo, promocionando la salud,  el bienestar de sus empleados,  facilitándoles la formación y herramientas necesarias para realizar con la máxima calidad posible todas sus tareas y funciones.

También es fundamental potenciar las buenas relaciones entre los empleados y las de éstos con la dirección y la propia empresa a través de acciones como: impulsar las comunicaciones o el marketing interno, así como organizar salidas, viajes de incentivos y otras actividades lúdicas para mejorar el compañerismo.

¿Qué programa de incentivos es más eficaz?

No hay una única respuesta a esta pregunta. Pero, en todo caso, la política de incentivos de una empresa debe estar lo más alineada posible con la misión, valores, filosofía y objetivos de la empresa.

Por ejemplo, una organización que busque intensificar la competencia interna deberá elegir unos sistemas de motivación monetaria o de promoción jerárquica para mantener constantemente motivados a sus empleados, lo que puede dar muy buenos resultados en compañías centradas en la fuerza de ventas y el área comercial.

programas de incentivos laborales

Sin embargo, en empresas que busquen resultados más a largo plazo lo que les interesa es mantener la fidelidad de sus empleados, evitando la fuga de sus mejores talentos. En estos casos, el enfoque debe ponerse en un mantenimiento sostenido de un buen ambiente y clima laboral a través de incentivos dirigidos a la promoción de la salud de los trabajadores, su satisfacción y bienestar.

Muchas veces, la mejor solución es buscar un punto de equilibrio, intercalando incentivos en metálico con cuestiones más intangibles en la línea de reconocimientos verbales, así como todo tipo de estrategias dirigidas a que el empleado se sienta querido y valorado en su lugar de trabajo.

 

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