Debido a las altas temperaturas en verano, nuestro organismo suda más y pierde mucha agua. Por eso, estar bien hidratado es uno de los puntos más importantes durante los meses de estío.
La falta de líquido nos puede hacer sentir fatiga, darnos jaquecas, calambres o ser la causa de alteraciones cardiovasculares. La sed es la principal señal de alarma que da nuestro organismo, pero cuando aparece la sensación de sed ya hemos perdido entre el 1 y el 3% de nuestro peso corporal, o más fácil, ya estamos deshidratados. Para no llegar a este punto es aconsejable beber antes de tener sed.
Recomendaciones para una correcta hidratación en verano
Una buena forma de ir bebiendo de manera recurrente en verano es tener el agua a mano y eso se puede conseguir fácilmente teniendo una fuente instalada en casa. Agua mineral natural fresca y a tu alcance siempre que la necesites. Y además te puedes olvidar de acarrear las botellas y buscar sitio en el frigorífico para enfriarlas porque se entregan a domicilio.
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