Piel sana, vaso a vaso


El agua tiene beneficios múltiples para la salud, y se nota no solo por dentro sino por fuera, porque además de hidratar el organismo, también puede mejorar el aspecto de la piel.

Tomar agua resulta esencial para la vida, ya que el 70% del cuerpo humano es agua, motivo suficiente como para entender la importancia de mantenerse bien hidratado.

El órgano más grande y extenso del cuerpo humano es la piel, con alrededor de cinco metros cuadrados en un hombre adulto, y está constituida en casi su totalidad por agua, por lo que es evidente que una hidratación correcta también ayuda a mantener la piel en buen estado.

Para entender la importancia de la hidratación para la piel es fundamental comprender el mecanismo por el que se rige dicha hidratación, que se produce en el organismo es de dos tipos, intracelular y extracelular, ambas complementarias.

Al hidratar las células de forma intracelular, se contribuye a eliminar las arrugas de la piel, así como a retrasar su aparición, y lo mismo se consigue con las estrías.

Asimismo, la hidratación de las células de la piel contribuye a darle mayor brillo, volumen y elasticidad, por lo que se contribuye a conseguir un aspecto rejuvenecido de la piel.

Por lo tanto, al tomar agua de una fuente de agua en la oficina, por ejemplo, además de saciar la sed, puede se contribuye a conservar el aspecto más joven de su piel, de una forma sencilla y natural.

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