¿Qué son los gastos generales de una pyme?

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Todos las personas que se cuentan embarcadas, o lo han hecho en alguna ocasión, en la puesta en marcha de una pyme o de un negocio saben muy bien que no todo son ganancias netas, sino que tienen que hacer frente a un serie de gastos. Dichos de gastos son de diversos tipos, entre ellos los conocidos como gastos generales.

 

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¿Qué se entiende por gastos generales?

Los gastos generales son todos aquellos gastos de una empresa o negocio que no pueden ser considerados como costos directos de producción, pero que son necesarios para el funcionamiento de la empresa. En los gastos generales no quedan incluidos, por lo tanto, las materias primas o los materiales, pero sí gastos tan diversos como los administrativos, los servicios de mantenimiento, los de logística y, por supuesto, las nóminas de los empleados.

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Un auténtico "cajón de sastre"

Dentro de los gastos generales se pueden incluir todos aquellos que se quedan al margen de los directamente relacionados con la producción de productos o ejecución de servicios, por este motivo se puede hablar también de gastos o costes indirectos. Al final, dentro de los costes generales se acaban englobando gastos muy dispares, algunas de ellos totalmente imprevistos, como una reparación de una infraestructura o una maquinaria. De ahí que el concepto de gastos generales acabe siendo un auténtico "cajón de sastre" donde incluimos esas facturas, a veces difícil de clasificar, pero que obviamente tenemos también que pagar.  

 Ejemplos de gastos generales

Hacer una lista completa de los gastos generales de una pyme sería imposible, puesto que depende de cada empresa en particular y además muchos son imprevisibles. Sin ánimo limitativo ni excluyente, a continuación enumeramos algunos de los gastos generales más comunes:

  • Nóminas, salarios y restos de gastos de personal.
  • Gastos administrativos.
  • Gastos fiscales: tributos e impuestos.
  • Gastos financieros.
  • Alquileres de locales e inmuebles
  • Renting.
  • Gastos de mantenimiento, reparación y conservación tanto de infraestructuras como de aparatos tecnológicos.
  • Gastos de limpieza.
  • Pequeño utillaje y herramientas.
  • Servicios: electricidad, agua, gas. etc.
  • Mantenimiento de vehículos.
  • Gastos de asesorías, servicios jurídicos, auditorías, etc.
  • Primas de seguros.
  • Gastos de viaje: desplazamiento, manutención, dietas, etc.
  • Gastos de transporte público.
  • Gastos de marketing, publicidad y relaciones públicas.
  • Material de oficina.
  • Gastos imprevistos: reparaciones importantes, accidentes, etc.

 

La importancia de controlar los gastos generales

Tener en cuenta los gastos generales es un aspecto fundamental para evitar tensiones de tesorería, hacer frente a imprevistos y poder fijar una política de precios de productos y servicios que nos permite obtener los suficientes beneficios y rentabilidad. Para su correcto control es necesario realizar un plan de negocio realista, teniendo en cuenta todas las posibles variables (o al menos la mayor parte de ellas) y haciendo simulaciones de lo que puede ocurrir en circunstancias adversas, como una reparación inesperada o la necesidad de tener que cambiar de local por algún motivo. Y esto son solo dos ejemplos de las muchas circunstancias con las que nos podemos topar en algún momento de la vida de un pyme o de un negocio.   Post relacionados: