Ránking de los factores internos que más afectan a la productividad


La forma más directa de definir la productividad en el trabajo es la relación entre los resultados o la producción obtenida y los recursos utilizados para lograrlos. Estos recursos se suelen identificar básicamente con el tiempo empleado en conseguir dicha producción, pero lo cierto es que entran en juego otros múltiples factores como: trabajadores utilizados, material empleado o recursos económicos destinados.

No debe caerse en el error de confundir productividad con eficiencia, puesto que este último concepto significa producir bienes de el menor tiempo posible, mientras que la productividad está más vinculada al nivel de calidad del producto y del propio proceso de fabricación.

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Factores que intervienen en la productividad

Para poder mejorar la productividad es imprescindible intervenir de la forma correcta en sus factores de influencia, que pueden ser externos e internos. Los factores externos son aquellos en que las empresas no pueden intervenir directamente como: las circunstancias macroeconómicas, las políticas estatales y las reglamentaciones gubernamentales.

 

 

Los factores internos de productividad

Es por lo tanto en los factores internos en los que las compañías, empresas y negocios deben centrarse para lograr hacer despegar sus niveles de productividad.

Tecnologías, equipos y materia prima

Estos elementos, que pueden englobarse en los denominados recursos materiales, desempeñan un papel fundamental en cualquier estrategia de mejora de la productividad. Para conseguir resultados positivos es necesario:

  • Un óptimo mantenimiento de todo el equipo para asegurar un funcionamiento en perfectas condiciones y continuado, evitando esas paradas que tanto afectan a la productividad de cualquier planta o circuito de producción.
  • Adopción de las medidas correctivas necesarias para evitar embudos o cuellos de botella que hagan descender la producción.
  • Uso eficaz de todas las máquinas y capacidades.
  • Realizar las inversiones necesarias con el fin de sustituir la maquinaria obsoleta o muy anticuada y, en los casos necesarios, mejorar la automatización y la utilización de la tecnología de la información.
  • Mejorar también los procesos de manipulación de materiales, almacenamiento, sistemas de comunicación y control de calidad.

Materiales y energía

La gestión de los materiales y la energía utilizada constituye otro de los factores internos relacionados con la productividad, destacando las siguientes claves:

  • Prestar atención al rendimiento del material, sustituyéndolo cuando pierde eficacia o utilidad.
  • Elección de las materias primas más adecuadas.
  • Optimización del uso de la energía, poniendo en prácticas sistemas de ahorro.
  • Utilizar sistemas de reciclaje.
  • Control adecuado de los desechos y las sobras.

Recursos humanos

Al fin y al cabo, los materiales y las tecnologías no son más que herramientas e instrumentos dirigidas por las personas y éstas son el bien más preciado de las empresas y el auténtico motor de funcionamiento de cualquier organización. Las líneas básicas de dirección de los recursos humanos de una empresa con un enfoque en maximizar la productividad son:

  • Motivación de los empleados mediante incentivos salariales, reconocimientos y promoción personal y laboral.
  • Formación adecuada y continua.
  • Promoción y cuidado constante del bienestar de los trabajadores, la salud y la prevención de riesgos.
  • Facilitar un buen ambiente laboral.

Métodos de trabajo

La mejora de la organización y de los sistemas y métodos de trabajo constituyen el medio más prometedor para mejorar la productividad. La mejora de los circuitos de producción que, de forma lenta pero continuada, consigan ir elevando los índices de producción se pueden lograr mediante:

  • Técnicas de mejora continua consistentes en la introducción de pequeños cambios, corrección de errores y detección de áreas de mejora de forma constante, sin que supongan cambios traumáticos o difíciles de asimilar por los empleados.
  • Implicación de los empleados en equipos de trabajo con el objetivo de mejorar las áreas que más conocen por su experiencia de trabajo diario.
  • Implantación de sistemas enfocados a una mayor y mejor especialización y división del trabajo pero que, al mismo tiempo, favorezcan la coordinación entre departamentos.

La mejora de la productividad es fundamental para cualquier empresa, puesto que es la forma más rápida y segura de elevar la calidad estructural, lo cual posibilita el aumento de la rentabilidad y sus beneficios asociados como la posibilidad de aumentar salarios. incentivar a los inversionistas, abrirse a nuevos mercados y generar empleos.

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