La ciencia siempre ha buscado vida en otros planetas, siempre basándose en la idea de que el carbono tiene que ser la base de cualquier forma de vida no terrestre, debido a que es un componente abundante y de amplia distribución. Sin embargo, el agua también resulta un compuesto esencial para la vida y sin ella no se hubiera desarrollado vida en la Tierra. Las moléculas de H2O estuvieron presentes en la química primordial originaria de los compuestos orgánicos más primitivos y sigue, en la actualidad, rigiendo toda la bioquímica del organismo. En definitiva, sin agua, en la forma en la que se comprende en la actualidad, no es posible la vida. En cualquier caso, se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que pueda haber una vida extraterrestre sin agua, con opciones químicas que no se basen en la combinación de oxígeno e hidrógeno. En cualquier caso, se trataría de una vida más exótica, muy diferente a la idea preconcebida que el hombre tiene de la vida. Sin embargo, muchas de las teorías más arriesgadas y alternativas que no contemplan el agua como parte de la vida extraterrestre tienen inconsistencias claras que acaban por hacerlas caer, y siempre es debido a la falta de moléculas de agua, tan necesarias para todos los cálculos. En definitiva, las singulares características del agua la convierten en el mejor solvente para realizar las transformaciones de los compuestos necesarios para la vida y, hasta el momento, no se le ha encontrado ningún fluido o elemento sustituto que pueda funcionar de forma parecida a esta. Además, el agua es una sustancia anfótera, es decir, que puede dar y conservar un protón a otro átomo en cualquier combinación química, lo que le permite formar estructuras diversas gracias a su ambivalencia. En definitiva, puede funcionar como ácido o base indistintamente, una característica singular, que no comparte con ningún otro elemento o compuesto químico. En un primer momento, por ejemplo, el amoniaco podría parecer un buen sustituto del agua, pero no funciona bien como solvente básico. El fluoruro de hidrógeno también parece que podría servir, pero solo es estable con las parafinas. Los hidrocarburos, por su parte, metanos, etanoles y demás, tampoco resolverían el problema de la polaridad, es decir, el problema de las cargas eléctricas que tan bien resuelve el agua. Después de esta explicación, no hay duda de que el agua es, en definitiva, sinónimo de bienestar y elemento esencial para la vida, al menos para los seres vivos que habitan la Tierra.