Ejemplos de empatía: cómo beneficia a tu empresa

Gestión empresarial

Todos hemos oído hablar de la importancia de la empatía, tanto en la vida personal como en la profesional. Ponerse en los zapatos de los demás es una habilidad social que nos puede abrir muchas puertas. En este artículo abordamos cómo esta competencia es clave para la inteligencia emocional y los beneficios de trabajarla en el entorno laboral. Descubre, además, ejemplos de empatía que puedes trabajar en la oficina.

Haz click y descarga el ebook gratis "Convierte tu empresa 100% sostenible y eco-friendly"

Qué es la empatía y cómo afecta al entorno laboral

Podemos definir empatía como una competencia vital de la inteligencia emocional que ponemos en práctica a la hora de comunicarnos y relacionarnos con los demás. Todas las personas tienen esta capacidad de ser empáticos, de ponerse en el lugar de los demás e interpretar sus deseos, dificultades y motivaciones.

Sin embargo, para realmente ser empáticas, las personas deben, además de entender a los demás, responder del modo adecuado ante los sentimientos de los otros. Quienes sean capaces de hacer ambas cosas, manifestarán también una predisposición natural para competencias muy demandadas en el ámbito laboral como: la capacidad de liderazgo, el trabajo en equipo, habilidad para la negociación y una correcta atención al público.

En el trabajo, la empatía siempre genera un beneficio. Si todos los trabajadores de la empresa cumplen las normas de convivencia, sin duda la productividad aumentará. No será necesario invertir tiempo y esfuerzos en mediaciones y cada trabajador velará por sus intereses y los del resto y, por ende, en los de la empresa.

Ejemplos de empatía y competencias laborales

Muchas de las habilidades y competencias que las empresas valoran en los empleados y candidatos a ocupar sus puestos de trabajo se basan en la capacidad de las personas para ser empáticas. Veamos algunos ejemplos de empatía relacionados con las competencias laborales que ya se habían mencionado.

  • Liderazgo. Un buen líder debe ser empático. Tiene a su cargo un determinado número de colaboradores que confían en la capacidad que tiene para coordinar las tareas. Esa confianza se la deben a que se sienten escuchados, de modo que la confianza es recíproca.

  • Trabajar en equipo. Cuando escuchamos y entendemos otros puntos de vista, los de otros compañeros. No valoramos solo nuestras ideas, sino que asumimos que las de cualquiera son válidas si son realmente efectivas. Si somos empáticos, nos resulta más fácil trabajar por un objetivo común a pesar de que no haya prevalecido su forma de ver las cosas. Por tanto, la empatía es una de las claves de un buen liderazgo.

  • Habilidad para negociar. La empatía tiene un papel protagonista en cualquier proceso de negociación. Tanto por exceso como defecto de esta competencia puede provocar que el proceso se cierre con un acuerdo poco ventajoso como con el fin de las negociaciones. Si nos podemos poner en la piel del otro y conocerlo como para adelantar sus movimientos, la negociación será beneficiosa para nuestros intereses y los de la empresa.

  • Atención al público. Un trabajador empático es siempre una persona amable. Dado que se pone en el lugar del otro, lo trata con simpatía y respeto. Con esta cualidad, una persona puede detectar lo que el público demanda y atender esas necesidades en la medida de lo posible.

Cómo mejorar tu empatía en el ámbito laboral

Todos y cada uno de los miembros de un equipo deben poner en práctica unos simples pasos para contribuir al desarrollo de la inteligencia emocional en el puesto de trabajo:

  1. Tómate el tiempo necesario para conocer a tus compañeros de trabajo.

  2. Mantente al día de lo que ocurre en la vida de tus compañeros.

  3. Trata de ponerte siempre en el lugar del otro, se evitan malos entendidos al empatizar.

  4. Siempre que puedas, haz un favor a un compañero que le facilite su trabajo.

Ejemplos de empatía hay muchos. En cada ámbito laboral se darán unas situaciones u otras, pero siempre que se aplique la empatía, se cumplirá de una forma más eficaz con el objetivo. ¡Trabaja la empatía!