Comer es un acto donde nos relajamos y mostramos facetas de nuestro interior sin a penas ser conscientes. Pues en algo tan sencillo como comer reflejamos muchas lecciones y valores adquiridos, principalmente relacionados con la educación y con nuestra moral. Estos pequeños detalles son en los que se fijan los directivos para conocernos mejor.
Estas comidas están destinadas a, entre otras, fortalecer (o crear desde cero) un acercamiento entre empleados y directivos, o entre los propios empleados.
Team building y gastronomía
Existen dos tipos de actividades team building para empresas relacionadas con la gastronomía:
- Comer y disfrutar de un rato agradable, donde puede haber fiesta después, ya sea baile, bebida, o algún tipo de juego, aunque esto está más enfocado a la noche, a las cenas.
- O bien cocinar todos juntos, empleados y directivos, y de esta manera poner en marcha la creatividad, la comunicación o el trabajo en equipo.
Esta segunda opción puede ser especialmente divertida, pues puede presentarse de una forma lúdica y tener mucho juego. He aquí unos ejemplos:
- Pueden hacerse equipos con el fin de ver quién cocina la comida más sabrosa. Se asignaría a alguien como jurado, por ejemplo al chef del local, y el equipo ganador se llevaría algún premio, como puede ser empezar a comer primero o disponer de un postre especial que no tengan los otros.
- Una variante de esta primera propuesta sería la siguiente: en una rigurosa mesa se les muestra diversos ingredientes. Se hacen grupos (o no) y tienen que jugar a un juego de preguntas y respuestas, o bien a uno de retos. Si fallan se pasa el turno, y si aciertan pueden escoger un ingrediente. Al final del juego, cuando ya no queden más ingredientes disponibles, empezará otro más… Esta vez tendrá que cocinar única y exclusivamente con los ingredientes que hayan conseguido. Aquí tendrán que ser muy imaginativos y ver qué consiguen hacer con lo que tienen. Esto puede ser una gran lección presentada de forma divertida para enseñarles a improvisar en situaciones donde sus recursos son limitados o casi inexistentes (debido al puesto de trabajo que tengan y a las circunstancias del momento). Y es más… si se les pone un tiempo límite para cocinar, esto les enseñará algo extra… y es a acelerar su ritmo de trabajo y a no dejarse dominar por el estrés.
- Otra opción sería cerrarles los ojos y darles muestras de comida en la boca, para que adivinasen lo que es. Y, obviamente, tiene que haber algún tipo de trofeo u objetivo final detrás, sino la motivación y la diversión se perderían. Esto fomentaría especialmente la confianza y la búsqueda mental de resultados óptimos. Si además, igual que en el ejemplo anterior, les ponéis un tiempo límite para adivinarlo, ejercitaréis su cerebro para que aprenda a ir más rápido, lo cual es benévolo para muchos casos, incluso para la vida privada.
Este tipo de eventos fomenta la confianza y las relaciones entre los miembros que participan, creando un acercamiento los unos con los otros que no podría darse, quizás, en otras circunstancias. Muchos empleados dicen sentirse más a gusto en su trabajo cuando pueden estar de tú a tú con sus superiores. Quizás esa sea la clave: la humildad de mostrarles que nadie es superior a nadie, que todos van a una, que todos deben cooperar juntos. Post relacionados: