La sostenibilidad ambiental, también conocida como desarrollo sostenible, es un concepto cada vez más necesario en nuestro entorno. Lograr que el progreso siga adelante, pero no cause un impacto negativo en el medio ambiente es la única manera de garantizar a las generaciones futuras un verdadero desarrollo.
¿Qué es y qué abarca la sostenibilidad ambiental? ¿Cuáles son las maneras en las que todos podemos contribuir a mejorar y avanzar como sociedad sin dejar una deuda ecológica?
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El término sostenibilidad indica la capacidad de mantener un comportamiento determinado de forma indefinida. Por lo tanto, sostenibilidad ambiental es realizar acciones para la conservación y protección del planeta de forma continuada en el tiempo.
Se trata de generar un punto de equilibrio entre el entorno y los seres humanos que lo habitamos, siendo conscientes de que formamos parte de este ecosistema, y por tanto necesitamos conservarlo durante mucho tiempo. O lo que es lo mismo, que siga siendo sostenible.
Existen maneras de ayudar a que nuestro planeta siga siendo habitable, sin renunciar al progreso. De hecho, está en nuestra mano realizar acciones que contribuyan a la sostenibilidad ambiental. Estas son algunas de ellas.
Además de suponer un alivio para nuestro bolsillo, con algunos cambios podemos reducir el consumo de energía de nuestros hogares y negocios. Por ejemplo,cambiar las bombillas convencionales por unas de LED reduce hasta un 90 % la cantidad de electricidad que consumimos cuando encendemos la luz.
También es importante fijarse en el consumo de los electrodomésticos nuevos que pensamos comprar. La etiqueta indica si se trata de un aparato de bajo consumo, y deberías prestar mucha atención a la hora de elegir.
Al salir de una estancia se deben apagar siempre las luces, incluso aunque se vaya a volver a entrar en pocos minutos. Y cuando se apagan los electrodomésticos, hay que recordar que el piloto de stand by también consume electricidad.
En caso de contar con aire acondicionado, es importante mantener una temperatura adecuada que asegure el confort pero no consuma en exceso. 21 grados es más que suficiente para tener un espacio aclimatado. También es fundamental evitar las pérdidas de calor, usando ventanas dobles por ejemplo.
Existen varias formas de usar el agua de un modo eficiente y aprovechar este valioso recurso, que cada vez es más escaso.
Una de las mejores maneras de optimizar el consumo de agua es ducharse en lugar de bañarse. Al enjabonarse, cerrar el grifo ayuda a consumir solo lo justo. Y lo mismo cuando nos afeitemos o cepillemos los dientes.
Un buen mantenimiento contribuye a la sostenibilidad ambiental. Si hay alguna fuga, la reparación inmediata ahorrará muchos cientos de litros. También es interesante instalar aireadores en la boquilla de los grifos, que llegan a reducir el gasto de agua a la mitad sin notar diferencias en el caudal.
Para mantener en el mejor estado posible los recursos hídricos, no hay que tirar por los desagües ninguna cosa que no sea agua.
Además del ahorro, es importante hacer lo posible por reducir los diferentes tipos de residuos que generamos. Una buena planificación y pensar las cosas muy bien ayudará a lograrlo.
Antes de comprar algo, hay que evaluar si es de verdad necesario, y elegir aquellos que puedan tener una mayor duración, que sean reciclados y se puedan reciclar.
Muchas veces es posible aprovechar cosas que ya no nos sirven. Juguetes, ropa o libros se pueden dar a otras personas para que puedan darles uso.
Potenciar el uso de productos reutilizables como pañuelos de tela en lugar de los de papel, fiambreras de vidrio en vez de papel de aluminio o vajilla de cerámica y no de cartón. Y por supuesto, separar los residuos para que se pueda realizar una buena labor de reciclaje.
Estos consejos permiten formar parte de la solución a la sostenibilidad ambiental.
