Riesgo de trabajo en la oficina: qué es y cómo prevenirlo

Gestión empresarial



Aunque no lo parezca, todos los puestos de trabajo llevan consigo determinados riesgos para la salud. Ya trabajes en la construcción, en la industria, en la hostelería, en la limpieza… sea el sector que sea y ejerzas una actividad u otra, estás expuesto a sufrir un accidente laboral. En este artículo queremos hablar del riesgo de trabajo en una oficina, que aunque pueda parecer un lugar seguro también acarrea ciertos peligros para la salud.

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¿Que es el riesgo de trabajo?

Se entienden como riesgo de trabajo los peligros existentes en una profesión o tarea concreta que pueden desencadenar en accidentes y/o enfermedades de trabajo. Estos daños pueden ser originados por la tarea que se desempeña o por el entorno en donde se realiza, y puede ser tanto físico como psicológico.

Riesgos laborales en oficinas

Es habitual el pensamiento de que en una oficina, trabajando sentado, no hay riesgos laborales. Es cierto que no es comparable el estar sentado en la oficina con otras actividades como la construcción o la industria, donde el riesgo a tener un percance en el trabajo es mucho mayor. No obstante, trabajar desde una oficina también tiene ciertos riesgos: 

Postura en el puesto de trabajo

Seguramente sea la mayor causa de enfermedades en la oficina. El cuerpo humano no está diseñado para estar 8 horas (o más) en la misma posición. Afecta a la circulación sanguínea y a músculos y huesos. Las posturas incorrectas en la silla puede afectar a cuello, espalda o brazos. Y si el trabajo es con ordenador, puede afectar también a la muñeca o la mano. Algunas medidas preventivas que ayudan a mantener una mejor salud en la oficina son:

  • Una buena silla ergonómica que ayude a tener mejores posturas, para mantener la espalda erguida y apoyada. El cuello también debe estar apoyado.
  • Colocar el teclado de tal forma que tus muñecas y antebrazos estén apoyados.
  • Usar un reposapiés es beneficioso para la circulación
  • También es hacer descansos cada poco tiempo, darte una vuelta para estirar las piernas y tus músculos.

Riesgos de trabajo psicológicos

Los problemas relacionados con la mente son de lo más frecuentes. El exceso de trabajo, el estrés, el cansancio acumulado o un mal ambiente laboral pueden afectar a la salud psicológica del trabajador. Estos y otros motivos pueden traer numerosas consecuencias para tu cuerpo. Ataque de ansiedad, depresión, nerviosismo, trastornos del sueño… y también otros problemas físicos que derivan de estas consecuencias. Para prevenir el riesgo de trabajo psicológico se deben:

  • Evitar las situaciones de sobrecarga mental, las tareas excesivamente repetitivas o monótonas durante un tiempo prolongado
  • Evitar la falta de pausas y las jornadas demasiado largas
  • Alternar tareas que requieren distintos grados de atención
  • Mantener un buen ambiente de trabajo
  • Procurar que los equipos tengan acceso a pausas para comer y beber lo suficiente para evitar la fatiga y la falta de concentración o de productividad

Problemas ambientales

La iluminación, la climatización y el ruido, son factores que pueden traer problemas a los trabajadores. Una mala iluminación puede traer fatiga visual. Una mala climatización trae consigo trastornos respiratorios e incomodidad para desempeñar el trabajo. Y el ruido puede terminar con la concentración que necesites o traer un dolor de cabeza. Para luchar contra estos riesgos de trabajo es imprescindible:

  • Una correcta colocación de la luz de la oficina, que ahorrará muchos problemas visuales
  • La temperatura óptima, que debe estar entre 18 y 24 grados, con los aparatos correctamente limpios y un buen aislamiento.
  • Un mantenimiento correcto de cualquier equipo que pueda provocar ruidos.

Riesgos en el entorno

El entorno de trabajo es otro de los riesgos. Una mala instalación eléctrica puede provocar incendios o descargas eléctricas. El uso de herramientas manuales puede provocar cortes. Caídas o choques con obstáculos en zonas de paso es otro de los accidentes más frecuentes. Para prevenirlos:

- Un buen mantenimiento de toda la instalación eléctrica, así como de los extintores por si hay algún incendio son básicos en una oficina.

- Una buena organización de muebles, cajones, sillas, papeleras… Todo ello evitará accidentes “tontos”.

- Y por último, contar con un botiquín en buen estado y con las cosas necesarias ayudará en cualquier accidente.

Como puedes ver, una oficina no está libre de riesgos de trabajo. Con estos pequeños gestos de prevención laboral se consigue un mejor ambiente, evitando enfermedades relacionadas con el trabajo y haciendo que los equipos trabajen mejor, más a gusto y de forma más saludable.